La artrosis de la cadera es la razón más común para un reemplazo de cadera. La misma se produce por el desgaste del cartílago y la siguiente alteración de la biomecánica normal de la articulación, resultando en dolor y rigidez.
Otras afecciones que pueden causar la destrucción de la articulación de la cadera incluyen la pérdida del suministro de sangre a la cabeza del fémur (osteonecrosis), artritis reumatoide, choque femoro-acetabular (FAI) no tratado preventivamente, fracturas, secuela de infecciones y anomalías en el desarrollo de la cadera.
Los pacientes con artrosis también pueden tener huesos frágiles (osteoporosis), pero no existe una relación directa entre densidad ósea y el desarrollo de la artrosis de la cadera.
Otras afecciones que pueden causar la destrucción de la articulación de la cadera incluyen la pérdida del suministro de sangre a la cabeza del fémur (osteonecrosis), artritis reumatoide, choque femoro-acetabular (FAI) no tratado preventivamente, fracturas, secuela de infecciones y anomalías en el desarrollo de la cadera.
Los pacientes con artrosis también pueden tener huesos frágiles (osteoporosis), pero no existe una relación directa entre densidad ósea y el desarrollo de la artrosis de la cadera.